Reviise7.pdf
"ADICCIONES JUVENILES:
¿Delincuencia o enfermedad? Una mirada
evista de Ciencias Sociales y Humanas -
Aspectos que brindarían –se supone- brindaría sólidos
Vidal Garcia1
fundamentos para la formulación de políticas públicas
focalizadas en los adolescentes y jóvenes.
Palabras claves: Adicciones juveniles, Factores
condicionantes, Modelos de Abordaje.
En el ámbito científico persiste la discusión respecto a
In the scientific field persists a discussion about how
cómo abordar el complejo problema de las adicciones.
to approach the complex problem of addiction. It is
questioned whether it inscribes within a biological-
l7. Año 7. Julio-Diciembr
Se cuestiona si se inscribe dentro un modelo
biológico-médico, o si es un problema restrictivo del
medical model, or it is a restrictive problem of the legal-
posicionamiento jurídico-represivo.
Desde la primera perspectiva se considera al adicto From the first perspective we consider the addict as a
como un enfermo, alguien cuya "…
razón básica para
sick person, someone whose ".
. basic reason for starting
empezar con el consumo de drogas o alcohol es conseguir
with the consumption of drugs or alcohol is to get pleasure
placer…" (Beck, Wright, Newman, Cory, Liese, 1999:
." (Beck, Wright, Newman, Cory, Liese, 1999: 45).
45). Mientras que la segunda enfatiza la cuestión ético-
While the second, emphasizes the ethical-legal issue,
jurídica, considerando al adicto un delincuente, donde
considering the addict as a delinquent, where situations
las situaciones de pobreza y la exclusión son factores
of poverty and exclusion are conditionals factors but
condicionantes pero no determinantes de la conducta
not determinants of criminal behavior.
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
However, the issue of addictions necessarily entails
Ahora bien, el tema de las adicciones necesariamente
social implications; therefore, it is relevant add to these
conlleva implicancias sociales; por lo tanto, es two models, the gaze of the issue from a sociological
relevante sumar a esos dos modelos, la mirada sobre
perspective. That position would analyze this
la problemática desde una perspectiva sociológica. Ese
phenomenon as a socio-historical process where the
posicionamiento permitiría analizar dicho fenómeno context and a number of social, cultural, environmental,
como un proceso histórico-social donde el contexto family and personality factors, predispose certain groups
y una serie de condicionantes sociales, culturales, to consume psychoactive substances, whose excesses
ambientales, familiares y los factores de la personalidad,
and frequencies denotes addicts.
predispondrían a ciertos grupos –jóvenes– a consumir
The purpose of the article consists to focus, only as
sustancias psicoactivas, cuyos excesos y frecuencias theoretical contribution, the need to incorporate the
denota a los adictos.
sociological perspective. It is intended as an aspiration,
El propósito del artículo consiste en enfocar, solamente
overcome the antagonistic positions of the biological-
como aporte teórico, la necesidad de incorporar la medical model and legal-repressive perspective, and
perspectiva sociológica. Se pretende como aspiración
rescue the personal, family, contextual and socio-
superar los posicionamientos antagónicos de los historical implications that the issues involved. Aspects
modelos jurídico-represivo y biológico-médico, y that would provide –presumably–solid foundations for
rescatar las implicancias socio-históricas, contextuales,
the formulation of public politics focused on adolescents
familiares y personales que la problemática involucra.
and young people.
1 Departamento de Sociología- Facultad de Ciencias
Keywords: Youth addictions, Conditionals factors ,
Sociales- Universidad Nacional de San Juan, Models Approach.
$UJHQWLQDÀDYLDFSUDGR#JPDLOFRP www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/reviise
[24]
1 - Introduccion
Nuestra comunicación científica constituye una aproximación reflexiva sobre el modo en cómo se afronta
la compleja problemática de las adicciones juveniles, al interior del ámbito científico que se ha ubicado
en dos posicionamientos restrictivos sin intentar una mirada abarcativa de la complejidad que involucra
la problemática. El artículo tiene como objeto realizar sólo una contribución teórica acerca del abordaje
comprensivo sobre las adicciones a sustancias psicoactivas por parte de los jóvenes. Teniendo en cuenta
que el fenómeno configura una problemática compleja y actual, caracterizándose por el fuerte impacto en
las sociedades debido a su crecimiento constante y a quienes involucra –jóvenes– con riesgo de pérdida de
vida; como también por sus consecuencias mediatas e inmediatas en el ámbito personal, familiar y social.
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
La intención manifiesta es rescatar la perspectiva sociológica abarcativa de la problemática de las adicciones
frente a los dos posicionamientos antagónicos. Desde el modelo biológico-médico se considera al adicto
como un enfermo, alguien cuya "…
razón básica para empezar con el consumo de drogas o alcohol es
conseguir placer, experimentar la euforia de encontrarse colocado y compartir la excitación con la compañía de
alguien que también lo esté utilizando…" (Beck, Wright, Newman, Cory, Liese, 1999: 45).
Mientras que, la postura jurídico-represiva pone énfasis en la cuestión ético-jurídica del problema,
considerando al adicto como un delincuente; donde las situaciones de pobreza y la exclusión son factores
intervinientes y condicionantes, pero no determinantes de la conducta delictiva. Por otra parte, este
posicionamiento evalúa con prioridad a las sustancias utilizadas por el adicto, considerándolas ilegales
y, por tanto, peligrosas. De igual modo, a todos los aspectos relacionados con la penalización por la
Vol7. Año 7. Julio-Diciembr
producción, tráfico, distribución, venta y posesión de estas sustancias. Es decir, como actos contrarios
a la ley, sin tomar en cuenta aquellas que son legales que también afectan la conducta del individuo
y tienen consecuencias psicofísicas. Considerar el problema de las adicciones exclusivamente como
un delito implica penalizar el consumo, tráfico, distribución y venta de sustancias de abuso. Pero esta
consideración negativa del consumo no permite establecer estrategias de prevención/recuperación para
el adicto involucrado. Ahora bien, la trama de las adicciones necesariamente tiene implicancias sociales
y son las mismas evidencias empíricas las que muestran las limitaciones tanto de la concepción biológica
como de la jurídica.
En tal sentido, es importante recurrir al concepto de Epidemiología, que se puede definir como "…
Ciencia que estudia el proceso salud-enfermedad en la sociedad, analizando la distribución poblacional y los
factores determinantes del riesgo de enfermedades, lesiones y eventos asociados a la salud, proponiendo medidas
evista de Ciencias Sociales y Humanas - R
específicas de prevención, control o erradicación de enfermedades, daños o problemas de salud y de protección,
promoción o recuperación de la salud individual y colectiva, produciendo información y conocimiento para
apoyar la toma de decisiones en la planificación, administración y evaluación de sistemas, programas, servicios
y acciones de salud…" (De Almeida Filho y Rouquayrol, 2011: 16)
Por lo tanto, es relevante sumar a los dos modelos reseñados la mirada del problema de las adicciones,
desde una
perspectiva sociológica con la postura del modelo socio-cultural2. Ella permitirá analizar
dicho fenómeno como un proceso histórico-social donde tanto el contexto como una serie de factores
sociales, culturales, ambientales, históricos, familiares y los factores de la personalidad predisponen al
individuo y a ciertos grupos a consumir sustancias, tóxicas o no, cuyos excesos y frecuencias denotan al
o los adictos.
2 La medicina social desde la década del 40 comienza a tener en cuenta el contexto en el cual se relacionan los individuos, escenarios donde los determinantes sociales y la incapacidad para responder a las presiones externas operaban como potenciales factores que llevaban a los actores sociales a desplegar conductas autodestructivas (Valenzuela, 2008; 2014).
2- Desarrollo:
El problema de las adicciones tiene un alcance global y mundial, pues afecta a personas de todas las
regiones del planeta, de diferentes características personales y sociales. No obstante la estructuración
que cada sociedad hace del consumo de sustancias es lo que le otorga un carácter particular y dinámico
a de Ciencias Sociales y Humanas -
inmerso en los procesos de transformación sociales. En ese sentido, es esencial el papel de las ciencias
sociales, dado que ayudan a definir objetivamente
qué se entiende por adicciones y las implicancias que
conllevan.
Son numerosas y diferentes en su abordaje las investigaciones científicas que acordaron en afirmar la
existencia de tres elementos para que suceda la adicción: la persona, la oportunidad y la sustancia.
Por otra parte, cada día surgen nuevas maneras y formas de consumo, situación que no es nueva
para la humanidad, ya que todas las culturas han recurrido al uso de sustancias que alteran el estado de
conciencia con diversos fines, que van desde lo ritual y mítico, hasta la experimentación del placer. En
opinión de varios autores se entiende por adicción a la dependencia de una sustancia psicoactiva, cuyos
signos característicos incluyen todas o alguna de las siguientes condiciones:
a. "…
Utilización reiterada y
l7. Año 7. Julio-Diciembr
muy frecuente de la sustancia. b. Utilización continuada de la misma, incluso aunque pueda causar problemas
a las personas. c. Tolerancia a la sustancia. d.
Síndrome de abstinencia…" (Beck, Wright, Newman, Cory,
Liese, 1999: 14).
En términos generales, es posible expresar que el uso de drogas/sustancias sea por prescripción médica
o no, con una frecuencia relativamente alta, constituye una especie de ruptura en el comportamiento
cotidiano. Implica la búsqueda de elementos que bloquean la exteriorización del sufrimiento, sea físico/
psíquico y contra toda reacción hacia aquello que lo causa. Dentro del dominio de la salud, las drogas
son utilizadas como agentes de adaptación e inhibidor del dolor físico/psíquico. Fuera de este ámbito
su uso es tipificado como abuso; quienes se inclinan al consumo de sustancias sin indicación médica
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
son señalados, estigmatizados y la consecuencia visible es la exclusión/marginación por convertirse en
dependientes o adictos.
Entonces, ¿
Qué es un adicto?, ¿es una víctima, un enfermo, un irresponsable o bien es un victimario,
un delincuente? "…
Literalmente, significa sin dicción, es decir, aquel que no puede expresarse en el sentido
que sus palabras estarán disociadas de sus sentimientos. Esta disociación es una especie de barrera creada
por el mismo individuo para no tomar contacto con sus estados de ánimo, de los que intenta evadirse…".
(Valenzuela, 2008: 10). Por sobre estas apreciaciones, es un ser humano, sus circunstancias de vida,
condiciones personales - familiares le han llevado a iniciarse en una forma de vida distinta, a fluctuar
entre la racionalidad y la irracionalidad, en su intensa búsqueda en su trayectoria vital, incluye también a
".
aquel que no puede resistir la necesidad constante de llevar a cabo cierto acto.." (Fernández de Cattaneo,
Según Beck (1994), existen dos tipos de adictos:
Generalistas: quienes utilizan una amplia variedad
de sustancias adictivas de manera aleatoria o en función de su propia disponibilidad
y, Especialistas:
aquellos que realizan su elección de la sustancia según sus específicas propiedades farmacológicas y su
significado social. Por lo tanto, si se asume que la adicción implica una fuerte necesidad o compulsión,
al recurrir al uso de sustancias externas se hace necesario explicitar el concepto de droga. Ella es "…
una
sustancia psicoactiva que modifica el organismo vivo, generando en la persona adicta un refuerzo positivo, lo
cual promueve el deseo de repetir la conducta; aunque también pueden asumir otra intención, como es la de
atenuar el dolor físico o emocional" (Pérez del Río, 2011: 28).
[26] En este sentido, se habla de sustancias que ofrecen recompensas emocionales tras su administración/
consumo, situaciones que tienen o pueden tener implicancias perjudiciales dado que alteran la estructura
y las funciones psicofísicas de la persona en su conjunto; como también dichos eventos pueden impactar
negativamente en otras personas en agresiones. En síntesis, las drogas son sustancias inertes, que adquieren
una significación especial gracias al grupo cercano mediato y comunidad, en la que se desenvuelven los
Una droga/sustancia psicoactiva excede el status de satisfactor químico porque en un ámbito
sociocultural adquiere el valor y posición de señal, elemento que permiten al sujeto aislarse, evadirse de la
realidad, encriptándose en un submundo, en una subcultura donde el tiempo y el espacio no responden
a reglas u orden social. Cuando los jóvenes hacen de la adicción su identidad, asumen las características
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
asignadas de exclusión o marginación.
La comprensión y superación de una realidad tan abrupta y punzante nos lleva al planteamiento inicial:
las adicciones en los jóvenes constituyen emergentes de conductas delictivas o síntomas de enfermedad.
3 - Adicciones juveniles: ¿delincuencia o enfermedad?
La problemática del consumo de drogas/sustancias, como cualquier problema social, es susceptible de
diversas interpretaciones epistemológicas. Se trata de una problemática social compleja y multifactorial,
tanto por sus causas y consecuencias, como por sus componentes e implicaciones. Es un tema que
preocupa y ocupa casi a todas las sociedades actuales debido a su crecimiento y extensión a grupos
Vol7. Año 7. Julio-Diciembr
etáreos cada vez más jóvenes. Según los estudios realizados por SEDRONAR3, a través del Observatorio
Argentino de Drogas (OAD)4, se ha observado un aumento cada vez más elevado del consumo de
sustancias psicoactivas por parte de una población cada vez más joven5.
De este modo podría ser analizado desde distintas perspectivas. En esa dirección se pueden diferenciar
nueve grandes modelos: jurídico-represivo, médico tradicional, de la distribución del consumo, reducción
del daño, privación social, de los factores socio-estructurales, de educación sanitaria, modelo psicológico
individualista y socio-ecológico (Valenzuela, 2008: 18-31).
El presente trabajo sólo explicitará dos de las visiones antes mencionadas: la jurídica-represiva y la
médico-hegemónica en el abordaje de las adicciones, debido a que ambos posicionamientos fueron
durante años, las instancias dominantes en el análisis y contención/atención de dicha problemática.
evista de Ciencias Sociales y Humanas - R
36HFUHWDUtDGH3URJUDPDFLyQSDUDOD3UHYHQFLyQGHOD'URJDGLFFLyQ OD/XFKDFRQWUDHO1DUFRWUi¿FR3UHVLGHQFLDGH/D1DFLyQ20144 Sexto Estudio Nacional Sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media 2014 y 2015. Publicado en Boletín Nº1 "Patrones y magnitud del consumo: diagnóstico a nivel país", Diciembre de 2014.
Encuesta Nacional sobre Prevalencia de Consumo de Sustancias Psicoactivas ENPreCoSP, 2011. Dirección Nacional de SALUD MENTAL y ADICCIONES, Ministerio de Salud de la Presidencia de la Nación.
5 Se entiende por juventud a las personas cuyo rango de edad oscila entre los 10 y los 24 años; abarca la pubertad o adolescencia inicial ²GHDDxRV²ODDGROHVFHQFLDPHGLDRWDUGtD²GHDDxRV² ODMXYHQWXGSOHQD²GHDDxRV²'H¿QLFLyQEULQGDGDSRUla Organización Mundial de la Salud en «Global patterns of mortality in young people: a systematic analysis of population health data.»
The Lancet, Volume 374, Issue 9693, Pages 881-892, 12 September 2009, doi: 10.1016/S0140-6736(09)60741-8.
El modelo jurídico-represivo:
Esta perspectiva analiza el consumo de drogas desde el punto de vista de sus implicaciones legales y
delictivas, asumiendo que las drogas son fuente de graves daños físicos, psíquicos y sociales, y por tanto
quedan fuera de lo permitido por la ley. En este sentido, pretende proteger al individuo y a la sociedad de
a de Ciencias Sociales y Humanas -
los males derivados de las drogas "…
Se presta especial atención al conjunto de acciones directa o indirectamente
asociadas a aquel tipo de consumo de sustancias que pueda ser considerado como delito o como causa de delitos,
así como a las sanciones legales que pretenden reducirlas…" (Pons Diez, 2008: 4).
El modelo jurídico-represivo no se interesa por las causas que llevaron a una persona a consumir
drogas, sino que se centra en destacar por un lado la responsabilidad de la persona, como también la
intervención coercitiva que tiene el sistema judicial en estos casos.
La consecuencia directa de esa situación, es que el adicto será percibido como un descarriado, quien
inevitablemente se convertirá en delincuente. Por lo tanto, la droga es percibida como un elemento
peligroso y capaz, en determinadas circunstancias y en manos de determinadas personas, de crear
situaciones de riesgo que hagan peligrar la integridad física de los individuos y la salud colectiva. Según
ol7. Año 7. Julio-Diciembr
este modelo todas las acciones relacionadas con sustancias psicoactivas (consumo/tráfico) son penalizadas
como comportamientos ilegales, motivos por los cuales, los sujetos implicados deben responder ante el
sistema judicial, según la gravedad de sus faltas y aceptar sus consecuencias.
El modelo explicitado representa una perspectiva jurídica anclada en la represión y el castigo, orientada
por una vocación moralizante que no tiene en cuenta el contexto social, cultural, familiar y personal
presentes en el fenómeno de las adicciones (Vega, 1992). Así, el tipo de medidas de prevención promovidas
desde el modelo jurídico represivo tendrá un carácter eminentemente restrictivo y coercitivo, operando
desde el sistema legislativo a través del sistema judicial y estructura policial.
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
El modelo médico tradicional:
Esta perspectiva considera la adicción/dependencia a las sustancias psicoactivas/drogas una enfermedad,
caracterizada por la pérdida de control que tiene el sujeto (joven) sobre su consumo. Sostiene que la
adicción/dependencia es un fenómeno vinculado exclusivamente a procesos internos del sujeto. Para
entenderla y tratarla bastará con apelar a la interacción entre la biología humana y las características
farmacológicas de las sustancias/drogas. De este modo las adicciones son consideradas como respuestas
patológicas, causadas por estímulos externos que actúan en los procesos fisiológicos de los individuos;
en este sentido, se evalúa a la enfermedad como una respuesta a condiciones psicofísicas previas y
predisponentes (Pons Diez, 2008).
Desde el modelo médico-hegemónico al considera a los adictos como enfermos, se los evaluara como
exentos de culpabilidad "…
El adicto es un enfermo, en tanto la adicción/dependencia a cualquier tipo de
sustancias, genera síntomas y tendencias patológicas que alteran su estado de conciencia, conducta y fisiología.."
(Valenzuela, 2008: 20).
A diferencia de la visión jurídico-represiva, la principal novedad epistemológica del modelo explicitado
será la consideración del adicto como un enfermo y no como un desviado social. Etiquetar a una persona
como "desviado" o "delincuente" es discriminante y degradante, además de inapropiado como definición
social y científica. Por ello, dichas cuestiones debieran incluirse como aportes relevantes de esta perspectiva.
[28] No obstante, la etiqueta de "enfermo" merece cierta reflexión crítica, pues mantiene el etiquetado
alienante del adicto y contribuye, además, al papel pasivo en el tratamiento de recuperación. Las personas
tienden a crearse una autoimagen condicionada por cómo son etiquetadas por los otros; siendo la etiqueta
social "enfermo" vinculadas, en nuestras sociedades, al rol de pasividad. Así mismo es susceptible de
ser usada con un tono despectivo en el lenguaje cotidiano y, en otras ocasiones, como una manera de
estigmatizar a la persona que padece cierta dolencia física.
El modelo médico-hegemónico al igual que el jurídico-represivo, no resultan suficientes para explicar
la compleja problemática de las adicciones. Es un enfoque orientado a la patología y no a la salud. Es
decir, no focaliza sobre la salud como objeto final de estudio, sino que su objeto es la enfermedad "…
El modelo médico tradicional presupone que, en función del aprecio que las personas sienten por su salud, el
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
conocimiento de aquello que puede dañarla disuadirá de llevar a cabo ciertos comportamientos…" (Pons
Diez, 2008: 8). Sin embargo, la valoración que cada persona le otorga a su propia salud, es un hecho
comprobado, no es una prioridad destacada dentro de su escala de valores. Habrá quien anteponga a su
salud otros valores de constatación más inmediata, tales como la diversión, la satisfacción, la aceptación
grupal, la imagen, el riesgo, el placer, etc. Esto también dependerá de la etapa del ciclo vital en el cual se
encuentre cada individuo. En definitiva, la divulgación de la información de salud es muy necesaria en
una sociedad, pero no resulta suficiente a efectos preventivos.
Asimismo, según esta perspectiva de la salud y, en acuerdo con la definición más antigua de la OMS,
la salud queda definida como un estado de ausencia de enfermedad. En otras palabras, la salud consiste
en no manifestar síntomas de enfermedad; quien tenga un problema de salud siempre será etiquetado
Vol7. Año 7. Julio-Diciembr
como enfermo. Según la terminología derivada de este modelo se suele usar la palabra "enfermo" para
referirse a todos aquellos que acuden a profesionales o establecimientos sanitarios, incluyendo una
variedad de situaciones (chequeo de embarazo, intervención quirúrgica estética, extracción de astilla de
un ojo). En ese sentido, es importante explicitar el concepto más actual de salud, según la Organización
Mundial de la Salud, que la delimita: como un "…
estado completo e integral de bienestar físico, psicológico y
social; por lo tanto, la salud es algo más que tener o no una enfermedad…" (Pons Diez, 2008: 9). Esta nueva
definición de la Organización Mundial de la Salud pretende demostrar que no es correcto calificar todos
los problemas sanitarios como enfermedades; puesto que la salud es una experiencia integral de bienestar,
superior a la simple ausencia de enfermedad.
evista de Ciencias Sociales y Humanas -
La mirada desde la Sociología:
Los aportes de ambos modelos —jurídico-represivo y médico-tradicional— tuvieron gran relevancia y
fueron muy significativos dentro del ámbito académico para el avance del tratamiento científico del tema
de las adicciones. Sin embargo, como fuera señalado, tienen sus limitaciones; pues las referencias a factores
socioculturales, económicos e históricos, familiares y psicológicos, casi no aparecen en consideración.
Asimismo, esas circunstancias no son explicadas como antecedentes o no del consumo; ni se especifican las
consecuencias del consumo de sustancias psicoactivas que incluyen: "…
diversas complicaciones personales
y enfermedades: pobreza, comisión de delitos (robos, asaltos, corrupción, violencia familiar), transmisión del
consumo a los hijos, SIDA, hepatitis B o la muerte por sobredosis, accidentes, suicidios…" o qué papel juega
en estas situaciones, la legislación vigente (Morcillo, 2008: 10).
Por ello es necesario incluir, desde la perspectiva sociológica, una visión que delimite comprensivamente
el problema de las adicciones, puesto que tiene vinculaciones con procesos socio-históricos, psicológicos,
familiares y culturales que parecen estar en la base de sus condiciones de evidencia y existencia —
las
adicciones son un problema colectivo—.
En realidad, un análisis amplio del problema de las adicciones debería considerar
"…en primer lugar,
la interrelación funcional que existe en el sistema económico mundial, entre la circulación legal y la ilegal
a de Ciencias Sociales y Humanas -
de capitales. En segundo lugar, se deberían examinar históricamente las amplias oportunidades de control
político de las contraculturas que amenazan el establishment de la sociedad norteamericana y europea mediante
la dramatización del problema de la droga durante la llamada "crisis de la heroína" a finales de los años
sesenta…" (Baratta, 1993: 217).
En tal sentido, para comprender histórica y sociológicamente el círculo actual de las sustancias
psicoactivas es necesario abandonar la visión cerrada e interna del punto de vista de la penalización o
medicalización del problema de las adicciones y adoptar un punto de vista amplio, externo y convergente
desde múltiples miradas. Sólo así, será posible liberarse de las llamadas "…
prisiones del pensamiento…"
(Pons Diez, 2008: 10).
Las explicitaciones anteriores llevan a evaluar las sustancias psicoactivas, en las sociedades actuales cada
ol7. Año 7. Julio-Diciembr
vez más complejas y, a diferenciar tres posibilidades:
− Sustancias institucionalizadas: mantienen un estatus de legalidad controlada en cuanto a su
producción, distribución, publicidad y consumo, además de recibir valoraciones mayoritariamente
acríticas del medio social. Cítese como ejemplos el alcohol y el tabaco, que en general, son las más
consumidas por los jóvenes, dada su fácil adquisición. Si bien existen leyes que prohíben la venta de las
mismas a menores de 18 años6, en la vida cotidiana acceden a su suministro.
− Sustancias no institucionalizadas: mantienen un estatus de ilegalidad en cuanto a las anteriores
actividades, además de recibir valoraciones mayoritariamente críticas del medio social (solventes,
marihuana, cocaína). 7
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
− Sustancias institucionalizadas con posibilidad de uso "desviado": son aquellas elaboradas con
finalidades médicas, que pueden "desviarse" de su destino original, para ser consumidas con finalidad
recreativa (Pons Diez, 2008). Las "sustancias institucionalizadas" con posibilidad de
uso desviado más
utilizadas son los psicofármacos o tranquilizantes y anfetaminas o medicamentos para adelgazar, como
también aquellos utilizados en las prácticas deportivas.8
Según Pierre Bourdieu (1997) uno de los mayores poderes que tiene el Estado es el de imponer —
mediante la violencia simbólica— las categorías de percepción con las que se piensa el mundo social y el
6 LEY Nº 7.196.- CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE SAN JUAN- ARTICULO 3 - PROHIBICIÓN DE VENTA Y SUMINISTRO: Queda prohibido el suministro, venta y consumo de bebidas alcohólicas y substancias psicoactivas, sin excepción alguna, a las personas que no hubiesen cumplido los 18 años de edad. LEY ANTI-TABACO NACIONAL - Artículo 2º: Se prohíbe la venta o suministro de tabaco, cigarros, cigarrillos u otros productos destinados a fumar a menores de dieciocho años de edad en todo el territorio de la República Argentina. Todos aquellos que comercialicen productos de tabaco deberán instalar en un lugar visible para el público, en el interior del local, un aviso con caracteres claros y destacados que exprese lo siguiente: El fumar es perjudicial para la salud y crea adicción y Prohibida su venta a menores de 18 años.
7 INDEC- Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Míguez Hugo: Consumo de sustancias psicoactivas en la Argentina, Argentina, Buenos Aires, 1999. INDEC-SEDRONAR: Consumo de sustancias psicoactivas en la Argentina, Argentina, Buenos Aires, 2004 y 2008. Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico. Presidencia de la Nación. Observatorio Argentino de Drogas (OAD). Informes, 2005-2014.
Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), Reportes 2006, 2007. Ginebra. Suiza.
8 Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico, Presidencia de La Nación. 2011-2014.
Sexto Estudio Nacional Sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media 2014 y 2015. Publicado en Boletín Nº1 "Patrones y magnitud del consumo: diagnóstico a nivel país", Diciembre de 2014. Encuesta Nacional sobre Prevalencia de Consumo de Sustancias Psicoactivas ENPreCoSP, 2011. Dirección Nacional de SALUD MENTAL y ADICCIONES, Ministerio de Salud de la Presidencia de la Nación.
[30] Estado. Entonces, el Estado puede operar como un gran productor de problemas sociales. Es en el proceso
de producción simbólica de problemas sociales, donde la acción del Estado constituye ciertas categorías
como naturales; es decir, que al instituirlas en las cosas y en las mentes, dotan a las arbitrariedades
culturales de todas las apariencias de lo natural (Brusco, 2012).
Desde esta perspectiva es posible comprender a la categoría de adicto— como resultado de un proceso
de producción simbólica, donde se articulan saberes científicos, aparatos disciplinarios y mecanismos
represivos. La producción simbólica del consumo de sustancias psicoactivas/drogas se constituyó a la
luz de los avances y acuerdos entre intereses políticos (del Estado), la conformación de explicaciones
científicas del consumo y sus consecuencias sociales y personales.
Es necesario también entender que el consumo de sustancias psicoactivas/drogas forma parte de los
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
estilos de vida de una persona y de los grupos de referencia con los se relaciona. El compromiso con el
grupo de referencia supone la adopción de aquellos modos de comportamiento susceptibles de satisfacer
unas determinadas expectativas de los demás (Van Avermaet, 1992). Asimismo, es preciso tomar en
consideración ciertas interrelaciones e interdependencias entre el sistema comportamental, el sistema
orgánico y el sistema ambiental. Por lo tanto, intentar comprender el fenómeno de las adicciones
implica un proceso multicausal donde se interrelacionan aspectos culturales, ambientales, psicológicos,
económicos, políticos y grupales.
Algunas reflexiones finales.
Vol7. Año 7. Julio-Diciembr
Las pautas del uso de drogas trascienden las fronteras nacionales, debido a que usuarios de todas las
regiones del mundo tienen acceso a una gran diversidad de sustancias psicoactivas. La mundialización del
uso de drogas significa que las políticas de reducción de la demanda y el sistema de información que tiene
gran relevancia dentro de esta problemática, también debieran ser globales.
Las adicciones/dependencias en las sociedades actuales, entrañan una gran variedad de perfiles, rasgos
que se vinculan con la personalidad de cada ser individual y el ambiente donde se desenvuelve. Así se
advierten quienes adhieren al trabajo, al juego, a la comida, a los ciber-juegos, a la televisión, al consumo
compulsivo, siendo estas conductas aceptadas y socialmente toleradas. Otras, como el tabaco y alcohol
son aceptadas y hasta promocionadas, mientras que las adicciones a algunas sustancias no son permitidas
por la ley y son estigmatizadas por la sociedad. En la práctica, cualquier objeto/actividad puede ser
motivo de adicción, lo que hace que una persona llegue a ser dependiente/adicto, posiblemente sin tomar
evista de Ciencias Sociales y Humanas - R
conciencia de ello.
Como quedó explicitado en el presente artículo, existen dos posicionamientos teóricos hegemónicos
sobre la problemática de las adicciones: el modelo jurídico-represivo y el médico-biológico. Ambos
modelos permiten entender el fenómeno de manera parcial, por lo que es necesario incorporar para la
comprensión de la problemática la perspectiva sociológica.
Desde la primera perspectiva –jurídico-represiva– el adicto es considerado y tratado como un
delincuente, produciendo un aumento de la población carcelaria, de la corrupción y la erosión de la
dogmática jurídico-penal. Desde el modelo médico-biológico, la persona que consume ciertas sustancias
psicoactivas es considerada un enfermo, quien debido al daño ocasionado a su salud –derivado de las
sustancias consumidas y de las malas condiciones higiénicas en las que lo realizó– consolida un estereotipo
de adicto (vinculando a la juventud, delincuencia, sexualidades "desviadas", entre otros) y así cae en el
estigma y la ilegalidad, acabando por alejar del sistema de salud a quienes realmente lo necesitan.
Ahora bien, para abordar esta problemática tan compleja y multidimensional, es necesaria una
perspectiva lo más amplia e inclusiva posible. Por ello resulta relevante tomar en consideración dentro
del ámbito científico-académico aquellos factores sociales, culturales, ambientales, históricos, familiares
y los factores de la personalidad, como elementos indispensables para entender, abordar y producir
a de Ciencias Sociales y Humanas -
conocimientos sobre el problema de las adicciones.
Finalmente, se puede aseverar que el consumo de drogas es una constante en toda sociedad, pero es
la estructuración que cada una de ellas hace del consumo lo que le confiere características específicas.
Es indudable que la relación establecida entre una sociedad con las drogas que en ella son consumidas,
evoluciona constantemente, inscribiéndose así dentro de los procesos de transformación social y
producción simbólica.
Bibliografía consultada:
-Baratta, Alessandro (1993): "Introducción a una sociología de la drogas" en revista Jurídica Nº 7. Universidad
ol7. Año 7. Julio-Diciembr
Católica de Santiago de Guayaquil. Ecuador.
-Beck, A., Wright, F., Newman, C., Liese, B. (1999): "Terapia Cognitiva de las Drogodependencias". Ed.
Paidós. Barcelona, Bs. As. México.
-Bourdieu, P. (1997) "Razones prácticas sobre la teoría de la acción". Editorial Anagrama, Barcelona.
-Brusco, Germán (2012): "Dimensiones culturales de la intervención preventiva". Jornadas interregionales de
adicciones. Área de Prevención. CPA de Tigre.
-De Almeida Filho, N. de y Rouquayrol, M.Z. (2011): "Introducción a la epidemiología". Lugar Editorial.
-Encuesta Nacional sobre Prevalencia de Consumo de Sustancias Psicoactivas ENPreCoSP, (2011-2014):
Dirección Nacional de SALUD MENTAL y ADICCIONES, Ministerio de Salud de la Presidencia de la
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
-Fernández de Cattaneo, R. (2000): "Los adolescentes y la problemática de las drogas: propuesta criminológica.
Educar para disminuir la conducta desviada". Ediciones Jurídicas Cuyo. Mendoza.
-Foucault, Michel (1979): "Nacimiento de la Biopolítica", trad. Horacio Pons. Fondo de Cultura Económica.
Buenos Aires.
- Global patterns of mortality in young people: a systematic analysis of population health data. The Lancet,
Volume 374, Issue 9693, Pages 881-892, 12 September 2009, doi: 10.1016/S0140-6736(09)60741-8.
-LEY Nº 7.196. Cámara de Diputados de la provincia de San Juan.
de la droga". Revista electrónica de Psicología Política. Año 6 Nº 17.
Burgos". Tesis Doctoral. Universidad Complutense de Madrid.
-Pons Diez, Xavier (2008): "Modelos interpretativos del consumo de drogas". Revista "Polis - Investigación y
Análisis Sociopolítico y Psicosocial", Vol. 4, nº 2, pp. 157-186. 13
-Sexto Estudio Nacional Sobre Consumo de Sustancias Psicoactivas en Estudiantes de Enseñanza Media
2014 y 2015. Publicado en Boletín Nº1 "Patrones y magnitud del consumo: diagnóstico a nivel país",
Diciembre de 2014.
de investigación. IISE- FACSO- UNSJ.
[32] -Valenzuela, Sara y otros (2008; 2014): Documentos de trabajo Seminario "Adicciones y problema de bio-
psico-social". Departamento de Sociología FACSO-UNSJ. Inéditos
a la psicología social. Ariel. Barcelona.
gentina. ISSN: 2250-5555. pp. 23-32.
Vol7. Año 7. Julio-Diciembr
evista de Ciencias Sociales y Humanas - R
Source: http://www.ojs.unsj.edu.ar/index.php/reviise/article/download/68/65
AUSTRALIAN JOURNAL OF CLINICAL AND EXPERIMENTAL HYPNOSIS VOLUME 39 (2) Australian Society of Hypnosis All submissions to the AJCEH are subject to a (blind) peer refereed review process; this includes expanded research-based analytical reviews of books, but does not include film reviews or short book reviews, unless otherwise noted. The rejection rate for first submissions
Steno Diabetes Center – Courses in Clinical Diabetes Care Table of Contents Copyright Steno Diabetes Center 2016 Chapter 8: Macrovascular Complications Chapter 8: Macrovascular Complications The aim of this chapter is to enable non-specialist doctors to prevent, diagnose and provideappropriate management (including specialist referral where appropriate) for macrovascularcomplications (stroke, ischaemic heart disease, and peripheral vascular disease). The doctorshould be able to apply an evidence-based approach to prevent (through management ofcardiovascular risk factors, including hypertension, dyslipidaemia and smoking), screen andrefer for macrovascular complications, in accordance with appropriate national clinical prac-tice guidelines. The chapter is intended to help foster a multidisciplinary team approach to theprevention, screening, diagnosis and management of macrovascular complications, includingeducation and empowerment of the patient and/or the patient's carer, to prevent, detect andmanage macrovascular diabetes-related complications.